En el año 2016 aparece junto a Anexo, haciendo de estos títulos una suerte de anexión entre ambas parte como una sola obra, que después sería la primera de una trilogía poética que cuminaría en el 2020. Una trilogía que navega desde lo íntegro, pasando por el fuego lacerado y ardiente hasta llegar a lo más mundano y reflexivo entre letras y valores empirícos recorridos por el poeta en el libro "Fonética Bajo Tierra"
Franco Henríquez (Valparaíso, 1996) aparentemente de carácter y edad jovencísima, escribe este su (creo) tercer libro, obteniendo con él, en algunos momentos, altos resultados poéticos (y por ende de alta sabiduría) que no coinciden con su época y edad.Tres sombras yacen bajo una búsqueda
poco a poco se acercan a
las paredes rocosas
sintiendo que el amanecer les podría ser
eterno.
(TRES SOMBRAS PERDIDAS)
De alguna manera las palabras que abren la plaquette Preludio, parecen orbitar alrededor de las ideas precedentes:
“Inicio del fin de un ciclo postergado. Cuando las heridas del alma se hacen más latentes, buscaremos la forma de morir. De manera que las heridas también mueran, así poder renacer sin trauma ni dolor alguno en la siguiente etapa.” Es decir que el acto escritural o en general en el acto artístico habría una muerte, en el sentido de una transformación, toda vez que los materiales ocupados son íntimos, y en ese proceso, en esa alquimia del arte al decir de Henry James, en esa manipulación nos reconstruiríamos. Nos volveríamos otro. Alienados, en el etimológico sentido de la palabra. La portada que reproduce el único arcano del tarot que carece de nombre, en aquel sentido es clave. Y Henríquez en todo caso parece ser puente “pensante”, no mero vehículo irreflexivo, por ejemplo cuando dice:Los poetas: instrumentos universales
Por otro lado, y ya en el plano de la estructura también este arte consiste en saber construir cada verso independiente, pero “coordinable” con los otros, tanto a nivel de significante (su estructura gráfica y sonora) como de significado. Y esta verdad estética bello y necesario es que también sea una verdad ética, toda vez que como individuos debemos brillar aisladamente, no obstante tal brillo individual se complementa, modifica y redimensiona, en el encuentro con los otros. Si así debe ocurrir en la vida, así también en la poesía.1 En ese sentido Franco hace encontrar con el verso arriba citado este otro:
que cargando un peso en sus manos
Y luego con este otro:
saben sentirse
Obteniendo:
Los poetas: instrumentos universales
que cargando un peso en sus manos
saben sentirse
El consejo no solo en este caso, sino en general, para todo el libro Preludio, es ensayar insisto, cada verso un mundo, perfecto en su unidad, no obstante susceptible de encontrarse con el antecedente y el precedente y hacer estallar una breve sinfonía. Así una y otra vez.
Franco Henríquez tiene la inefable y misteriosa condición poética que lo sobresale, resolver sus titubeos con la estructura son su trabajo futuro.
Si al contrario fuese, es decir tuviesen los poemas de su libro una estructura irreprochable, más no alma poética… este texto que ahora lees amigo, no existiría, pues aquel libro “perfecto” que por fortuna no existe, a mí no me valdría ni un maravedí.
Portada de la 3°era edición de Preludio | Franco Henríquez | Anexo Ediciones en Valparaíso |
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Preludio (Franco Henríquez) | Franco Henríquez en 2018 | Títulos Preludio y Anexo a la Venta en Vaparaíso - 2019 |