¿Qué se puede decir de aquel poemario que nunca estuvo fijo lapso de tiempo? La respuesta es todo o nada. Fonética Bajo Tierra empieza en el año 2018, después de haber completado sus dos poemarios predecesores, Anexo y Preludio (ambos escritos ya en el año 2016) casi sueltamente de la pluma de Franco Henríquez, cuando el autor empezó la su trilogía de libros de cuentos o “La Narrativa Límite” que consta de tres partes anexadas e independientes a la vez.
Entre medio de la métrica narrativa y un nuevo comienzo por aquel entonces y recorriendo varios rincones del continentes, el poemario nunca estuvo acabado del todo, primero consto de 32 páginas, luego se aumentó a 40 páginas y finalmente en el año 2022 culmino en 66 páginas (unos 56 poemas más el cuento corto de El Imperio del Silencio) que aparece en el primer libro de cuentos titulado Visiones Esporádicas.
A decir verdad y siendo claros y concisos, el poeta jamás demostró remordimiento por tratar diversas temáticas a lo largo del libro y de los años; Experiencias que fueron y las que no, anhelos y fracasos, lo que fue concreto y lo que nunca sucedió, pérdidas y reencuentros, entre ellos la amistad, el amor, la desunión, la violencia sistemática, simbólica consecuencia de ello, la agresividad.Hablar de una postura rígida frente al plano existente que le rodeaba (y le sigue rodeando) de un eco superviviente en el estado de la salud mental para no minimizar el ánimo al momento de escribir y crear.
De lo simple a lo complicado, la complejidad es un conjunto de simplicidades si uno piensa bien, poco a poco, de nivel en nivel, más lo practicado en la cotidianidad, lo intrínseco de cada ser y el valor empírico que conlleva a todo esto como si de un motor se tratase. Henríquez no se ha detenido en ponerse a pensar que todo este periplo tanto en el papel como en la vida misma, le otorgó un sello que podría marcar con orgullo una siguiente obra dando por sentado su consolidación frente a los demás. En poco tiempo ha demostrado que poema escrito desde su pluma vale lo que se lee, el poeta vive como escribe.
Cabe recalcar que también el ser autodidacta, ser autogestionado y ser autocritico ha hecho que tanto obra como autor tengan un respeto base y un norte iluminado en luces radiantes llamando a las puertas del alba. “Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, muchos dicen haberlo experimentado, pero a la vez, lo siguen repitiendo una y otra vez. Esta vez el poeta Franco Henríquez lo entendió, siempre desde el error, pero en parte lo consiguió.
Fonética Bajo Tierra: Léalo bajo su propio riesgo.
La poesía es el mayor producto de la humanidad, la palabra es una construcción del intelecto que se ha ido perfeccionando con el tiempo y la poesía es el espíritu de esa construcción con la que expresamos nuestra esencia cósmica, universal. La poesía es la luz que se filtra por entre las grietas que el lenguaje aún no puede enunciar y nunca podrá hacerlo.
El poemario Fonética bajo tierra de Franco Henríquez es otra prueba más de esa luz, una página en el gran libro que los poetas escriben para que la palabra nos siga iluminando por la vida.
Este es un libro de búsquedas, de encuentros y desencuentros, de pérdidas y hallazgos, el poeta está y no está en cada poema; así lo advierte en “Anhelo”: “El hombre se busca a través de la niebla/ ¿será que ha vuelto ingenioso en tiempos de locos?”.
El ser humano es lo que escribe, es lo que sueña, es lo que delira, es lo que no es:” Es sólo levantarse y salir de las ruinas”.
Para Henríquez la vida es un déjà vu porque somos los unos y los otros, somos el pasado y el futuro, lo que viven otros también es nuestra vida. ¿Podremos llegar a ser felices?, parece ser la pregunta que el poeta intenta responder en cada verso, no importa si la responde, importa que lo intente. Sin duda alguna un buen poemario, con un ritmo que bien podría de rock pesado, con una música que se origina en la memoria de la piel.
Homero Carvalho Oliva - Escritor Boliviano
Portada de la 2°.da edición de Fonética Bajo Tierra